UN DÍA...
Un día dejé de quejarme, de pedir más, y descubrí que frente a mis ojos se me habría un mundo de posibilidades.
Un día me permití soltar todas las cargas emocionales que había acumulado y me sorprendí con lo ligero que podía caminar.
Un día dejé de llamar a algunos momentos de mi vida "malas experiencias" y descubrí que era solo mi forma de verlas las que las etiquetaba de malas o buenas y que todo forma parte de mi aprendizaje.
Un día descubrí que cada ser humano tiene su propia versión de su mundo, que no todos pueden ver la vida de la manera en que yo la veo, ni estar siempre de acuerdo conmigo y desde ahí mi respeto para con ellos y también para mi mismo.
Un día me di cuenta de que si esperaba a que todo a mi alrededor estuviera tranquilo para sentirme en paz, jamás podría sentirme en paz.
Un día me descubrí dudando de casi todo lo que a lo largo de mi vida me enseñaron y decidí dejar atrás ciertas creencias, enseñanzas y maneras de acuerdo a las cuales yo debía de vivir.
Un día empecé a SER yo mismo y decidí abrir mi corazón y se me mostró que lo que verdaderamente yo soy, no puede definirse porque simplemente "YO SOY".
Un día dejé de buscar el amor, dejé de sentirme dependiente de si me amaban o no y descubrí que yo soy el amor, que nací lleno y completo... y que el amor es algo que no depende de nada ni de nadie exterior a mí.
Un día descubrí que solo yo era el responsable de mirar mi mundo y que cuando empecé a mirarlo con dulzura, agradecimiento y amor, descubrí que mi mundo es infinitamente maravilloso.
Un día descubrí que mi mundo y mi vida cambiaron desde ese mismo instante en el que CAMBIÉ YO
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