NAVIDAD Y CONCIENCIA
Es tiempo de que despertemos a un nivel de conciencia
diferente, superior. Por arraigo cultural nos reuniremos la mayoría
estas fiestas y celebraremos en familia, veremos a quienes están lejos,
cenaremos una rica cena, daremos y recibiremos regalos; todo está muy
bien… no obstante, no es lo principal.
Combinando el gozo de la vida y el
Espíritu, la celebración de Navidad viene año tras año como un
anuncio de la llegada de un nuevo año con su dulce mensaje y su
silencioso movimiento de nuestra atención más y más hacia la búsqueda
espiritual, que es lo único que constituye la verdadera paz del hombre.
Navidad significa nacimiento, y el símbolo de la Navidad es una estrella, una luz en la obscuridad que sirvió de guía. No veamos más esta estrella fuera de nosotros, sino brillando en nuestro cielo interno y aceptémosla como símbolo de que ha llegado el tiempo de reconocer nuestra verdadera identidad.
Dentro de cada uno de nosotros está nuestra totalidad, nuestra esencia. Es una sabiduría innata que, si la utilizamos como una guía, nos conducirá siempre a experiencias de paz, armonía y amor. Es algo muy especial que está en todos y es para todos.
Esta esencia en nosotros es la que conoce nuestra totalidad o nuestra santidad. Sabrá orientarnos, sin equivocarse y nos traerá regalos que no podremos encontrar en ningún lugar del mundo.
En esta Navidad, cerremos las puertas a todo sacrificio estéril, a la culpa, al miedo a la escasez y demos paso a lo único que tiene sentido en nuestras vidas, a ese regalo del cual derivan su existencia todas las cosas: el amor.
Esta esencia en nosotros es la que conoce nuestra totalidad o nuestra santidad. Sabrá orientarnos, sin equivocarse y nos traerá regalos que no podremos encontrar en ningún lugar del mundo.
En esta Navidad, cerremos las puertas a todo sacrificio estéril, a la culpa, al miedo a la escasez y demos paso a lo único que tiene sentido en nuestras vidas, a ese regalo del cual derivan su existencia todas las cosas: el amor.
A veces podemos sentirnos atrapados entre lo que queremos hacer y lo que debemos hacer. Nos sentimos culpables porque deseamos quedarnos en casa en vez de salir a visitar familiares por compromiso. También podemos sentirnos perdidos porque no tenemos la familia que quisiéramos tener. Muchos de nosotros, año tras año esperamos que la mágica Navidad nos regale una persona que pueda llenar el vacío del solitario corazón, causando honda desesperación cuando no sucede. Recuerda que no estás solo.
En esta Navidad, deja que tu Ser se sane por completo del dolor y el sufrimiento y celebra tu liberación de las falsas cadenas que te han mantenido alejado del disfrute pleno de la felicidad, restablece el amor.
Unámonos a celebrar un nuevo despertar en nuestras conciencias. Tengamos fe, construyamos un mundo de esperanzas, libera el alma y un alma libre puede elevar sus alas hacia horizontes no explorados.
Unámonos a celebrar un nuevo despertar en nuestras conciencias. Tengamos fe, construyamos un mundo de esperanzas, libera el alma y un alma libre puede elevar sus alas hacia horizontes no explorados.
¡Que esta Navidad traiga inmensa
felicidad, paz duradera, nueva fuerza, amor y progreso espiritual para todos los hombres en la tierra!
Ana Luisa López Pérez
Psicóloga
Av. del Puerto Nº 81, Planta 6ª, Pta. 44.
Valencia, España. 46021.
Tel. 963 22 59 73
Móvil: 600 25 80 77
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