LA CONCIENCIA NO LUCHA, LIBERA
Cuanto más te asientes en el Sí mismo, más empezarás a sentir una
energía que nunca has experimentado antes. Viene del interior, más que desde
la parte donde experimentas tu mente y tus emociones.
Cuando
ya no estés absorto en tu melodrama, sino que te sientes cómodamente en
lo profundo del asiento de la conciencia, empezarás a sentir este flujo
de energía que surge desde las profundidades internas. A este flujo se le ha llamado Espíritu.
Esto es lo
que empezarás a experimentar si frecuentas la compañía del Sí mismo en
lugar de frecuentar las alteraciones internas. No tienes que librarte de
la soledad; simplemente deja de involucrarte en ella. No es más que
otro objeto del universo, como los coches, la hierba y las estrellas. No
es asunto tuyo. Simplemente deja pasar las cosas. Eso es lo que hace el
Sí mismo. La conciencia no lucha; la conciencia libera. La conciencia
es simplemente consciente mientras todas las cosas del universo desfilan
ante ella.
Hagamos un experimento de conciencia. Date cuenta de que con una simple
mirada a la habitación, o por la ventana, ves instantáneamente todos
los detalles de lo que tienes delante de ti. Eres consciente sin
esfuerzo de todos los objetos que están dentro de tu campo de visión,
tanto cerca como lejos. Sin mover la cabeza o los ojos, puedes ver todos
los intrincados detalles de lo que tienes delante de ti. Mira todos los
colores, las variaciones de la luz, la textura de los muebles de
madera, la arquitectura de los edificios y las variaciones de la corteza
y de las hojas de los árboles. Date cuenta de que percibes todo esto de
una vez, sin tener que pensar en ello. No hace falta pensar;
simplemente lo ves.
Ahora procura usar los pensamientos para aislar,
etiquetar y describir todos los intrincados detalles de lo que ves.
¿Cuánto tardará la voz mental en describirte todos los detalles frente a
esa instantánea de la conciencia que simplemente ve? Cuando sólo miras
sin crear pensamientos, tu conciencia es consciente sin esfuerzo y
comprende plenamente lo que ve.
Si te asientas en el Sí mismo experimentarás la fuerza de
tu ser interno aun cuando sientas tu corazón debilitado. Ésta es la
esencia del sendero. Ésta es la esencia de la vida espiritual. Cuando
aprendas que está bien sentir alteraciones internas, y que ya no pueden
perturbar la estabilidad de tu conciencia, serás libre.
Empezarás a
sentirte sustentado por el flujo de energía interna que viene desde la
parte posterior de ti. Cuando has probado el éxtasis del flujo interno,
puedes caminar por este mundo y el mundo nunca te tocará. Así es como te
conviertes en un ser libre: trasciendes.
Mi Consulta Psicológica
Ana Luisa López Pérez
Psicóloga
Av. del Puerto Nº 81, Planta 6ª, Pta. 44.
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