El ruido puede convertirse en una música de fondo que nos acompaña a lo
largo de nuestra rutina cotidiana. Sin embargo, se ha demostrado que el
ruido activa nuestro sistema nervioso e incrementa el nivel de estrés.
Te darás cuenta de
que al pasar de un sitio con mucho ruido a un lugar silencioso, tu
cuerpo se relaja automáticamente, es como si la tensión te abandonara.
Desgraciadamente, muy pocas personas son conscientes de la importancia
del silencio en nuestras vidas. Sin embargo, abrazar el silencio puede
provocar cambios muy positivos.
Te ayuda a conectar con tu “yo” más profundo. Sentarnos en
silencio, simplemente para disfrutar de la quietud, nos permite conectar
con nuestro “yo” más profundo. Ese estado de calma nos invita a mirar
dentro de nosotros, por lo que terminaremos descubriendo cosas nuevas.
De hecho, el silencio nos enseña a estar cómodos con nosotros mismos, a
sentirnos a gusto sin hacer nada, disfrutando de nuestra compañía. Algo
que muy pocas personas saben hacer.
Te permite estar más atentos a los detalles. Estar tranquilos y
en silencio nos ayuda a desarrollar la atención y la concentración. De
hecho, nos permite mantenernos atentos a los pequeños detalles, abriendo
considerablemente nuestra percepción del mundo.
Te enseña a desarrollar la gratitud. La tranquilidad nos ayuda
a ver la vida desde perspectivas diferentes. Cuando estamos a solas con
nuestros pensamientos, con total tranquilidad, podemos comenzar a
vislumbrar las mil y una razones por las cuales podemos sentirnos
agradecidos. El simple hecho de estar ahí, ya es una buena razón para
sentirse agradecidos.
Te motiva a abrazar la simplicidad. Cuando estamos en
silencio, apreciamos detalles que no habíamos notado. En esos momentos
nos damos cuenta de que para ser felices y tener una vida plena no
necesitamos mucho, basta aprender a disfrutar de lo que tenemos ahora
mismo. El silencio, ese estar a solas contigo mismo, te enseñará el
valor de la simplicidad para tu vida.
Te permite saber qué deseas. El silencio estimula la introspección y
nos hace preguntarnos qué queremos y hacia dónde nos dirigimos.
Te ayuda a relajarte. Las primeras veces que te sientes en
silencio, sin hacer nada, te resultará muy extraño y probablemente no
dures más de cinco minutos. Esto se debe a que estás demasiado
acostumbrado al exceso de estímulos. Sin embargo, si perseveras, notarás
cómo el silencio te ayuda a relajarte, no solo a nivel mental sino
también físico.
Te da una lección de coraje. Muchas personas piensan que el
coraje consiste en enfrentar los miedos, pero en realidad la valentía
consiste en enfrentar nuestros propios temores. Cuando estás en silencio
a solas descubres esos miedos que están dentro de ti y que normalmente
oculta el ruido. Entonces te darás cuenta de que muchos de ellos son
infundados, y crecerás como persona.
Mi Consulta Psicológica
Ana Luisa López Pérez
Psicóloga
Av. del Puerto Nº 81, Planta 6ª, Pta. 44.
Valencia, España. 46021.
Tel. 963 22 59 73
Móvil: 600 25 80 77
miconsultapsicologica@hotmail.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario