MÁS CLICHÉS DEL CRECIMIENTO PERSONAL
Hoy quiero iniciar con estás líneas de agradecimiento a todas las personas que han invertido su tiempo en leer los contenidos de este block. A quienes solo leen los contenidos, así como a quienes después de leer nos comparten sus reacciones, sus saludos, sus comentarios y a quienes además nos han enviado sus sugerencias y dudas por privado, gracias porque están siendo inspiración para este nuevo contenido como respuesta a sus preguntas y aportaciones.
Cliché “21 días para un nuevo hábito”
Este cliché se ha leído con error, es decir, “se necesitan 21 días para que un hábito se consolide”. Se ha popularizado de esta manera y es fácil entender, el marco de tiempo es suficientemente corto para ser inspirador pero lo suficientemente largo para ser creíble. ¿Y a quien no le gusta la idea de cambiar en solo tres semanas? Los hábitos no funcionan así, cambiar hábitos es posible, todo es posible si te das el tiempo suficiente. ¿Sabías que se necesitan aproximadamente 66 días para cambiar de hábitos o adquirir nuevos?
Reflexionemos… Es importante detenernos, cuestionar y profundizar en la información que recibimos o conocemos, es un hábito que invito a adquirir porque de lo contrario solo repetimos o damos por verdad, verdades parciales. Este cliché inicia con un reconocido cirujano plástico de la Universidad de Columbia en la década de 1950, Maxwell Maltz (1889-1975). Empezó a darse cuenta de un patrón que seguían sus pacientes: cuando les modificaba algún rasgo de la cara, por ejemplo, la nariz, les llevaba 21 días acostumbrarse al nuevo aspecto. Estos y otros fenómenos observados comúnmente tienden a mostrar que se requiere de un mínimo de 21 días para que una imagen mental establecida desaparezca y consolide una nueva. Según Maltz, actuamos y sentimos no de acuerdo a la realidad, sino a la imagen que nos hemos formado de ella. Los hábitos buenos o malos, se moldean del mismo modo. La imagen que las personas tienen de sí mismas y las conductas que han creado, guardan estrecha relación entre sí. Al cambiar la imagen seguramente cambiarán los hábitos. Williams James, psicólogo, en su libro Principios de psicología (1890), menciona que aprender nuevas habilidades puede tener un efecto en la estructura física del cerebro, modificándolo y estableciendo nuevas relaciones y circuitos neuronales, plasticidad cerebral o neuronal. El cerebro es un órgano moldeable y cada destreza aprendida, lengua estudiada o experiencia vivida, reconfigura nuestro mapa cerebral. Phillippa Lally, investigadora de psicología de la salud del University College London, y su equipo publicaron en la Revista Europea de Psicología Social, en 2009, How are habits formed: Modelling habit formation in the real world, un estudio que investigaba el proceso de formación de un hábito en la vida diaria. El tiempo que tomo a los participantes alcanzar el automatismo con esta nueva acción varió de 18 a 254 días, y la media fue de 66 días.
Protocolo de implementación de un hábito, mínimo 66 días.
· Compromiso
· Primeros 22 días: Destrucción
Reescribir lo establecido, viejas maneras de actuar, reemplazar lo anterior.
· Siguientes 22 días: Implementación
Reto, confusión, frustración, dudas, sentir ganas de abandonar, parece caótico o desordenado, agotamiento, neuroplasticidad.
· Últimos 22 días: Integración
Precioso, conclución, excepcional compromiso, logro, conquista de potencial, renovación interior, mayor capacidad, conocimiento del Yo más elevado.
Lo siento no son 21 días, para convertir una actividad en algo automático o hábito, necesitamos 66 días de tal forma que no tengamos que tirar de fuerza de voluntad. Da igual si son 21 o 66 días, el caso es que somos capaces de aprender, entrenar y modificar lo que elijamos y deseemos. La súper noticia es que cualquiera puede adquirir hábitos que le hagan cambiar de vida, es más, si quieres puedes cambiar tu vida cambiando los hábitos, necesitas tener una razón relevante para ello, constancia, perseverancia, paciencia y saber que durante el camino una voz interior (ego) te animará a que no cambies hasta que llegue ese día 66 y hayas conseguido el hábito haciéndolo parte de ti. Nuestros hábitos nos entregan seguridad, y nos ofrecen una sensación de comodidad y familiaridad. Los hábitos no nacen, se crean.
Mi Consulta Psicológica
Ana Luisa López Pérez
Psicóloga
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