PAZ INTERIOR
Tres dimensiones de la paz, la paz interior, la paz en la comunidad de la raza humana y la paz ecológica o paz con el planeta Tierra.
El mundo fenoménico que habitamos está envuelto por sufrimiento que se originan en impulsos ilusorios. Esos fuegos de codicia, odio y estupidez, que consumen con ferocidad el corazón de la gente, son las causas básicas de todos los pesares de la existencia humana, todos los impulsos ilusorios se origina en el interior de cada individuo y de allí emerge para devorar familias, grupos étnicos, naciones y, finalmente, a toda la humanidad.
Esa condición hace que el individuo distorsione todos los aspectos de la vida, incluidos los relativos a la familia, la raza y los valores
La paz comienza a partir del acto fundamental de vencer esos impulsos ilusorios internos. El estado que se logra cuando se los ha controlado, contemplamos la llama de la sabiduría iluminada. En el estado de tranquilidad, la luz de la sabiduría iluminada brilla con esplendor, sin que la puedan oscurecer las nubes de los impulsos ilusorios.
Esa condición hace que el individuo distorsione todos los aspectos de la vida, incluidos los relativos a la familia, la raza y los valores
La paz comienza a partir del acto fundamental de vencer esos impulsos ilusorios internos. El estado que se logra cuando se los ha controlado, contemplamos la llama de la sabiduría iluminada. En el estado de tranquilidad, la luz de la sabiduría iluminada brilla con esplendor, sin que la puedan oscurecer las nubes de los impulsos ilusorios.
La relación de interdependencia que existe entre todos los seres vivos y, de hecho, entre todos los fenómenos, nos enseña que todas las cosas suceden y existen solo a través de su interrelación con todos los demás fenómenos, y que esa red de relaciones tiene una vastedad infinita tanto desde el punto de vista espacial como del temporal. Allí se halla la base del principio de la coexistencia mutuamente dependiente de todos los seres.
Cada ser humano existe dentro de un contexto de interrelaciones que incluye a otros seres humanos, todos los seres vivos y el mundo natural. Eso quiere decir que cada persona está sostenida por una red vital interdependiente. Al adquirir conciencia de ese principio, podemos expandir el amor propio que experimentamos instintivamente y convertirlo en amor altruista hacia otros; somos capaces, entonces, de forjar un espíritu de tolerancia y de empatía hacia los demás.
La misericordia indica un sentimiento de profunda empatía que nos involucra con los demás de manera tal, que compartimos sus padecimientos y pesares, y nos esforzamos junto con ellos para superar los impulsos ilusorios, origen de todo sufrimiento, para transformarlos en felicidad, beneficio y alegría.
Trascender en estado de paz y de tranquilidad interior. El corazón de una persona así se ilumina con la sabiduría del origen dependiente y rebosa de misericordia. La paz interior, que brinda tranquilidad a la mente y al espíritu.
Lo primero es transformar tu propia vida, poner tu empeño en generar alegría para sí mismo y para los demás.
El estado de vida de quien se esfuerza por concretar su revolución humana es el de tranquilidad espiritual; el estado de paz interior es sumamente dinámico, pletórico de sabiduría y de misericordia.
Son, en definitiva, los seres humanos los únicos que pueden trabajar para concretar objetivos tan grandiosos como la paz del mundo y la prosperidad de la sociedad.
Siempre se ha centrado en las personas y en el movimiento de la revolución humana para establecer una condición de paz interior en la vida diaria, para contribuir a la realización de la paz del mundo, colaborando a que cada individuo desarrolle al máximo sus cualidades únicas.
La misericordia indica un sentimiento de profunda empatía que nos involucra con los demás de manera tal, que compartimos sus padecimientos y pesares, y nos esforzamos junto con ellos para superar los impulsos ilusorios, origen de todo sufrimiento, para transformarlos en felicidad, beneficio y alegría.
Trascender en estado de paz y de tranquilidad interior. El corazón de una persona así se ilumina con la sabiduría del origen dependiente y rebosa de misericordia. La paz interior, que brinda tranquilidad a la mente y al espíritu.
Lo primero es transformar tu propia vida, poner tu empeño en generar alegría para sí mismo y para los demás.
El estado de vida de quien se esfuerza por concretar su revolución humana es el de tranquilidad espiritual; el estado de paz interior es sumamente dinámico, pletórico de sabiduría y de misericordia.
Son, en definitiva, los seres humanos los únicos que pueden trabajar para concretar objetivos tan grandiosos como la paz del mundo y la prosperidad de la sociedad.
Siempre se ha centrado en las personas y en el movimiento de la revolución humana para establecer una condición de paz interior en la vida diaria, para contribuir a la realización de la paz del mundo, colaborando a que cada individuo desarrolle al máximo sus cualidades únicas.
Y tú, ya iniciaste a transformar tu realidad? entregate a sentir tu paz interior en la vida diaria.
OPINIÓN Y SUGERENCIAS
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Mi Consulta Psicológica
Ana Luisa López Pérez
Psicóloga
Av. del Puerto Nº 81, Planta 6ª, Pta. 44.
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