miércoles, 5 de abril de 2017

EL PODER CURATIVO DE LA COMPRENSIÓN


EL PODER CURATIVO DE LA COMPRENSIÓN
Todo es amor... Todo es amor. El amor lleva a la comprensión. La comprensión lleva a la paciencia. Y entonces se detiene el tiempo. Y todo pasa aquí y ahora.

Las regiones más profundas de nuestra mente no están sujetas a las leyes temporales normales. Sucesos del pasado remoto pueden afectamos todavía con una aguda inmediatez. Las heridas del pasado influyen en nuestro humor y en nuestra conducta como si nos las hubieran infligido ayer, y a veces su fuerza aumenta incluso con el tiempo.

La comprensión puede ayudar a cicatrizar esos traumas del pasado. Dado que la mente más profunda no está sujeta a las condiciones habituales del tiempo y el espacio, los sucesos del pasado pueden rescribirse y reformularse. La causa y el efecto no están ligados tan inextricablemente. Los traumas pueden deshacerse y los efectos perjudiciales, invertirse. Puede darse una curación profunda, incluso cuando se interpongan grandes distancias o hayan pasado muchos años de dolor y sufrimiento.
 

Del mismo modo que el amor aporta una profunda curación a las relaciones, la comprensión comporta una reducción del miedo. La comprensión abre una ventana por la que la brisa del amor se lleva suavemente las dudas y las ansiedades, refresca el alma y nutre las relaciones.

Los miedos suelen referirse a hechos que ya han sucedido, en esta misma vida o en otras muy anteriores.  Como nos hemos olvidado, proyectamos esos miedos en el futuro pero, en realidad, lo que tememos ya ha terminado, Lo único que tenemos que hacer es recordar, despertar al pasado.
 

Al recordar, ya sea a través de evocar vidas anteriores, sueños, experiencias de déjà vu, coincidencias o sincronías, ya sea de forma espontánea, durante momentos espirituales o acontecimientos místicos o de cualquier otro modo, empezamos a comprender.

Al ir comprendiendo nos deshacemos de los miedos.

Al ir deshaciéndonos de los miedos, desaparecen los obstáculos que nos impiden alcanzar el amor y éste fluye con libertad en nuestro interior y entre nosotros.

Es una forma de comprender cómo funciona la vida y cómo se van renovando las relaciones. Es una forma de darse cuenta de que nunca perdemos de verdad a nuestros seres queridos. Ahí están esas personas, trescientos años después, vivas y sanas en nuevos cuerpos, compartiendo sus vidas y su amor otra vez.
 

La comprensión es lo que cura, y a través de ella se renueva eternamente el amor y se manifiesta.
 

Esas personas no han vuelto a encontrarse por accidente ni por casualidad.  Antes de volver a nacer en sus cuerpos actuales, ya habían acordado conocerse en determinado momento de sus vidas. En realidad no se trataba de conocerse, sino de reconocerse a un nivel más profundo como almas atemporales.

Mediante la comprensión de que el amor es una energía absoluta, que el amor no termina nunca, ni siquiera con la muerte del cuerpo físico. Siempre nos re encontramos con los seres queridos, sea en este lado o en el otro.

En la concepción de nuestros planes de aprendizaje nos ayudan energías divinas, espirituales. Algunas sensaciones de déjà vu representan el recuerdo superficial de nuestro plan prenatal a medida que va haciéndose realidad en estado físico en el momento y el lugar designados durante el desarrollo de nuestras vidas. Nos acordamos. Es sumamente importante prestar mucha atención a las coincidencias, a las sincronías y a las experiencias de déjà vu de nuestras vidas, ya que suelen representar la convergencia de nuestro plan espiritual y del sendero real por el que transitamos durante nuestra vida.
OPINIÓN Y SUGERENCIAS



Mi Consulta Psicológica

Ana Luisa López Pérez
Psicóloga


Av. del Puerto Nº 81, Planta 6ª, Pta. 44.
Valencia, España. 46021.


Tel. 963 22 59 73
Móvil: 600 25 80 77

miconsultapsicologica@hotmail.es

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores