APEGO

APEGO

Ese pensamiento, emoción, conducta, cosa o persona a la que estás apegado te esta atando. Ya no eres libre. Todo atrae a lo que es similar. Se atrae desde grandes distancias y una vida tras otra. 

Se forman ataduras entre las personas que tienen temas pendientes. Cada vez que emites pensamientos o palabras de enojo, celos, envidia o necesidad hacia una persona, estás manifestando un pequeño hilo que te ata a ella. Un pensamiento ocasional se disolverá, pero si continuamente envías pensamientos negativos, los hilos se convertirán en cuerdas. En vidas subsiguientes las cuerdas se activarán y te llevarán inevitablemente hacia aquellos con los que tienes temas pendientes. De esta manera tu alma tendrá la oportunidad de hacer las cosas de distinta forma.

También nos podemos apegar a cosas. Las energías negativas como la ambición, el orgullo y la envidia pueden crear enormes cuerdas con las que atarce a cosas como casas, coches o empleos.

Las cuerdas pueden atar a las personas o cosas intangibles, por ejemplo a la necesidad de amor. Si estás atado a un deseo de reconocimiento estas ligado a energías que te aprisionan.

Puedes tener una casa bonita, por supuesto, pero si la necesitas para que te dé prestigio social o seguridad, se convierte en una atadura. Hasta que cambies tu actitud. Puedes disfrutar de una casa fabulosa, pero si te la quitan no afectará la opinión que tienes de ti mismo.

Puedes disfrutar de una relación maravillosa, feliz en el amor, pero la necesidad te ata a tu pareja, por lo que te ves arrastrado emocionalmente.

Cuando los padres se atan a sus hijos, es difícil soltarlos para que se conviertan en adultos. Asimismo, un hijo puede estar tan ligado a un padre o una madre que le resulte muy difícil formar una relación adulta y madura con una pareja.

Nos agarramos a otros por nuestra propia necesidad, no por la suya. Es muy común que toda una familia esté enredada en lazos de codependencia.

El apego es amor condicional. Si necesitas que alguien se comporte de una manera determinada para poder amarle, eso no es amor. Es apego. La vergüenza y la culpabilidad te atan a ciertos recuerdos y te retienen. Es apego.

¡¡¡ Es hora de que te liberes !!!

Nuestras almas desean que nos enfrentemos y nos liberemos de todos los temas y lecciones pendientes para que nos encontremos libres y seguir avanzando.

El amor disuelve las ataduras y libera.

El perdón disuelve las ataduras para siempre.

En ocasiones cortar las ataduras une, porque se hace desde la libertad y no desde la necesidad.

Si quieres ser libre, desapégate de todos y de todo. 

OPINIÓN Y SUGERENCIAS

Mi Consulta Psicológica

Ana Luisa López Pérez

Psicóloga

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