AMAR, EL SENTIDO DE LA VIDA
La Flecha Envenenada de Gautama Buda
“Hubo una vez un hombre que fue herido por una flecha envenenada.
Sus familiares y amigos le querían procurar un médico, pero el hombre
enfermo se negaba, diciendo que antes quería saber el nombre del hombre
que lo había herido, la casta a la que pertenecía y su lugar de origen.
Quería saber también si este hombre era alto, fuerte, tenía la tez clara
u oscura y también requería saber con qué tipo de arco le había
disparado, y si la cuerda del arco estaba hecha de bambú, de cáñamo o de
seda. Decía que quería saber si la pluma de la flecha provenía de un
halcón, de un buitre o de un pavo real… Y preguntándose si el arco que
había sido usado para dispararle era un arco común, uno curvo o uno de
adelfa y todo tipo de información similar, el hombre murió sin saber las
respuestas.”
Me sirve para explicar que pasamos por la vida, distraídos, disipados
y dispersos de lo esencial. Buscamos escusas o perdemos el tiempo en
cosas irrelevantes, terminando al final de nuestras vidas sin haber
desarrollado lo suficientemente nuestro potencial caracterizado por el
dominio y señorío de nuestras pulsaciones y el poder vital que nos hace
únicos que canalizados hacia el amor como conciencia del ser y hacer por
esta vida hace posible la plenitud y satisfacción no solo en lo
espiritual sino también en lo material.
Independientemente de nuestra historia, del país donde nacimos o
vivimos, de la familia donde nos formamos todo ser humano tiene el potencial para ser
amado y amar, ser valorado y valorar, ser reconocido y reconocer ya sea
en lo individual o como ser social. Profundo anhelo que precisa de concreción en el dia a
día de su existencia. Disfrutar de la
experiencia humana que le permite ser integro, valeroso, con fuerza de
voluntad y poder hacer y entregar lo mejor de si pero recibirlo de otros
en igualdad de condiciones y oportunidades.
El amor incondicional como
grado superior que podemos alcanzar si así lo deseamos. Pues el amor se
da en la gratuidad, es un don y crece cada vez más que lo damos a
nosotros mismos y a los otros.
Mi Consulta Psicológica
Ana Luisa López Pérez
Psicóloga
Av. del Puerto Nº 81, Planta 6ª, Pta. 44.
Valencia, España. 46021.
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